La melamina es un material muy apreciado gracias a su adaptabilidad e infinidad de usos. Se utiliza para grabar toda clase de placas, en cualquier tamaño: para puertas, buzones, industria de servicios como hoteles o restaurantes, llaveros, cuadros eléctricos, letreros de pisos, letras y números, numeración de guardarropas, astilleros, automoción, señalética de portales, etc.
Es un material melamínico rígido, laminado de resina sintética; resistente al fuego y una gran mayoría de agentes químicos. Ambas caras son idóneas para grabar –protegidas con un film plástico– y tienen un acabado brillante del mismo color; el interior es de color blanco o negro.
La gama de colores destaca por sus tonos vivos, lo que da un resultado especialmente atractivo. Indicado para uso en interior y exterior, donde ofrece una enorme resistencia sobresaliente.
Se fragmenta con sierra; se puede taladrar, biselar, recortar y serigrafiar. El grabado y corte se realizan con fresa de widia o de carburo de tungsteno.